jueves. 18.04.2024

Todos los grupos parlamentarios harán balance de la legislatura en el último debate sobre el estado de la nación de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, del que esperan muy poco a estas alturas del partido.

La portavoz de CC, Ana Oramas, se centrará en la vertiente canaria de la legislatura, sin olvidarse de todas las ocasiones en las que el apoyo de su partido ha permitido al Gobierno sacar adelante sus iniciativas, entre ellas los presupuestos.

Oramas quiere además atar en el Congreso los acuerdos alcanzados con el PSOE en Canarias para la investidura de Paulino Rivero y buscará el compromiso del Gobierno en la reforma del estatuto, la revisión del régimen económico y fiscal o la implantación de los trenes.

Así lo ve el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que se propone dar un repaso a la actuación del Gobierno en estos cuatro años y de las aportaciones que han hecho los nacionalistas catalanes, además de hacer hincapié en las medidas que, a su juicio, sigue siendo necesario acometer "sin ningún tipo de dilación".

Duran Lleida no espera ya, sin embargo, grandes compromisos de Zapatero, teniendo en cuenta la tibieza de buena parte de las políticas que ha emprendido en estos años.

Aunque también censurará la política económica de Zapatero, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, aprovechará para recordar su apoyo a todos los presupuestos de esta legislatura, sin el cual, en su opinión, "España estaría, cuando menos, igual que Portugal".

La mano que el PNV ha tendido al Gobierno en varias ocasiones para "apaciguar la inestabilidad" le servirá como recordatorio a Zapatero por si espera su apoyo a las cuentas de 2012, sobre las que los nacionalistas vascos no están dispuestos a hablar hasta que no se cumpla el "cien por cien" del acuerdo presupuestario de este año.

Mucho más duro será el diputado de IU, Gaspar Llamazares, dispuesto a criticar "el testamento político" y "las últimas voluntades" de Zapatero, a quien acusa de dilapidar el patrimonio de la izquierda.

Llamazares hará hincapié en el giro de un presidente que empezó su mandato retirando las tropas en Irak y que lo va a acabar con la guerra de Libia, o que comenzó con políticas sociales y el apoyo de la izquierda parlamentaria y va a finalizar "pactando el golpe de mercado con el centro derecha".

Una línea similar a la de su compañera de grupo, Nuria Buenaventura (ICV), que abundará en la idea de que el Gobierno de Zapatero ha optado por una salida injusta de la crisis.

Ambos pretenden llevar la voz de los "indignados" de nuevo al Congreso, incluso a través de las propuestas de resolución, con sugerencias como establecer los referéndum vinculantes para dar más participación a los ciudadanos en la política.

Junto a ellos el portavoz de ERC, Joan Ridao, que además hablará de la "crisis institucional" generada por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, una año después de que se diera a conocer.

Así, si un eje de su discurso será la crisis, el paro y las peticiones de "regeneración democrática", el otro versará sobre la relación del Estado con las comunidades y la "falta de lealtad institucional" al respecto, con "incumplimientos" del Gobierno con Cataluña como el de su negativa a adelantar el Fondo de Competitividad.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, también hará suyas algunas de las reivindicaciones del 15-M, pero desde la defensa de la acción política, y en el ámbito gallego recordará propuestas que ya ha formulado antes y que ahora quieren abanderar otros grupos, como la racionalización del mapa político-administrativo, que podría pasar por la supresión de las diputaciones provinciales.

Carlos Salvador, de UPN, promete ser "preapocalíptico" y no andarse con paños calientes, al considerar que la situación es "económicamente insostenible", y afeará a los dos grandes partidos su incapacidad para hablar, poniendo a Navarra como ejemplo de como dos fuerzas distintas -UPN y los socialistas navarros- son capaces del consenso.

Muy dura promete ser Rosa Díez, que advertirá de la crisis política y la "quiebra institucional" de España, con un Gobierno que ha preferido ser "coordinador" de las comunidades autónomas en lugar de utilizar los instrumentos de los que dispone para afrontar la recesión

Para Díez, a Zapatero sólo le importa ya la "aritmética" para salvar las votaciones parlamentarias que quedan y ganar tiempo, "en contra del interés general" hasta que el nuevo candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, "se haga hombre" y pase a ocupar el número uno del partido

CC quiere amarrar con Zapatero los acuerdos para Canarias
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