La gente de la Isla prácticamente no entiende nada. No entiende sobre todo el cambio de actitud que se ha producido en el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) después de que desde este partido salieran rayos, centellas, sapos y alguna que otra culebra contra sus socios de gobierno, el Partido Socialista Canario (PSC). La gente no entendía la aparente normalidad de ahora, el hecho de que se actúe como si no hubiera pasado nada. Nosotros sabemos, como lo debe saber cualquiera que esté siguiendo este particular culebrón político de la temporada invernal, que lo de la normalidad y la calma es relativa y aparente. Hay que comprender, sobre todo después de las últimas noticias judiciales relacionadas con su líder, que en el PIL se esté llevando a cabo otro tipo de estrategia. Estén atentos a los próximos días porque aquí, aunque parezca lo contrario, no está todo dicho. Por cierto, estén también atentos a todos aquellos que en estos días van a sacar pecho y van a reírse del supuesto fracaso de las negociaciones políticas que ha habido entre el PIL y Coalición Canaria (CC). Esta vez Roma no piensa pagar a más traidores. Y cambiando de asunto, y sin que tenga nada que ver con Roma, chiquita polémica se ha armado con las contundentes manifestaciones que hicieron varios representantes del PIL en el programa “El Despertador” que dirige y presenta Agustín Acosta. Especialmente contundentes las de María José Docal, que cansada ya de guardas las formas, afirmó rotunda que su compañero y amigo, el líder de su partido, es un “preso político”. Antonio Hernández, a quien algunos se empeñan en enfrentar a Dimas, tampoco se quedó corto, y habló de “tortura”, tortura psicológica. ¿En qué acabará todo esto, está todo dicho? Creemos que no.
