viernes. 19.04.2024

BUENA REACCIÓN DEL PSOE CON EL CASO SILVERA

La militancia socialista está tremendamente molesta tras conocer la noticia adelantada por este diario sobre la demanda presentada por el ex director de Bienestar Social contra el Cabildo. Aunque la reacción del partido ha sido contundente al desvincularse de una acción individual que censuran, muchas voces críticas piden que se vaya más lejos. El PSOE está en uno de sus peores momentos, después del enorme fracaso que ha supuesto el intento de moción de censura contra Pedro San Ginés. Los cuarteles de invierno echan humo

El Partido Socialista (PSOE) de Lanzarote no gana últimamente para disgustos. Ya lo explicamos en nuestro confidencial anterior, en el que además adelantábamos lo mal que lo tienen que estar pasando todos los lumbreras que planearon la estrategia política en la que se estableció como una gran idea abandonar el Cabildo de Lanzarote a la buena de dios para luego hacer no se sabe muy bien qué. Por si no tuvieran pocos problemas con el ataque velado y sin velar de la gente de Podemos, por si no fuera suficiente el hecho de que no son capaces de armar una mayoría para terminar con Pedro San Ginés, por si no les bastara con tener que mirar constantemente la espalda en Arrecife para ver por dónde les va a venir la puñalada en forma de moción de censura, por si no requiriera notables esfuerzos el ver cómo articulan otra mayoría en San Bartolomé para que la líder Dolores Corujo se pueda marchar del Ayuntamiento y Alexis Tejera no pase fatiga para hallar el apoyo que ahora parece no tener seguro, va y aparece el caso Silvera.

El caso Silvera no es otra cosa que la información que adelantaron nuestros compañeros de Crónicas Radio-COPE Lanzarote y que posteriormente publicamos en este diario una vez que se contrastó hasta el último de los detalles de algo que a cualquiera que sea medianamente objetivo le parece insólito. No es otra cosa que el descubrimiento en primicia informativa no reconocida por casi nadie (que lo hagan los medios de la competencia puede ser entendible, ahora, que lo hagan los partidos políticos a los que les cuesta citar de dónde salió la historia no es ni razonable ni prudente) de que el ex director insular de Bienestar Social del Cabildo Tomás Silvera ha presentado una demanda en la que pide al Juzgado de lo Social que declare su despido nulo y/o improcedente.

La historia la conocen los que leen este diario, porque aunque no hemos querido ni publicar los documentos de la demanda ni la admisión a trámite por parte del Juzgado de lo Social Número 3 de Arrecife, en la información se detalla lo verdaderamente importante. Y lo importante no es otra cosa que lo poco ético de una acción que si no tuviera un evidente trasfondo político habría pasado inadvertida como un caso más de las personas que se afilian en un partido político con el único objetivo de buscar un echadero laboral, una estabilidad económica que está claro que fuera de la política no son capaces de hallar, al menos no cómodamente.

La información ha tenido un enorme calado. Principalmente porque Silvera no es un cualquiera, es un hombre de máxima confianza de la recién reelegida secretaria general y miembro nada menos que de la Ejecutiva regional del PSOE. Después de la confusión inicial, sobre todo porque el afectado trató de restarle credibilidad a la información publicada por el Crónicas, la dirección del PSOE ha sido contundente a la hora de contestar a todos los afiliados que demandaban una posición clara sobre un asunto que no ha gustado a casi nadie. Porque, ¿cómo puede hablar un partido de izquierdas y de marcado carácter progresista de la defensa de sus valores frente a partidos como Podemos que les tacha de casta cuando tiene gente en sus filas que trata de engañar a un tribunal hablando de que le han despedido por su ideología política cuando esa persona sabe que accedió a ese puesto tan bien remunerado precisamente por esa ideología? ¿Cómo puede presentarse el PSOE como un defensor de la igualdad de oportunidades en la sociedad cuando se transmite a la ciudadanía que es más fácil buscar el atajo político para acceder a un empleo público que la preparación y el estudio de unas oposiciones?

Dicho todo esto, y a modo de artículo editorial más que confidencial, debemos apuntar que la reacción del partido ha sido impecable. Después de analizar la cuestión, después de hablar con el afectado y de recabar la información necesaria, después de leer notas de prensa como la del Partido Popular (PP) en la que se metía la pata no sólo por no citar de dónde salía una noticia que podía no ser veraz sino por dar por hecho que Silvera quiere perpetuarse en un puesto cuando difícilmente lo puede conseguir, el PSOE ha emitido este miércoles una nota de prensa en la que su responsable de Comunicación, la consejera en el Cabildo Ariagona González, expresa con contundencia el sentir mayoritario de las indignadas bases, afirmando que no comparten la decisión de Tomás Silvera y que se desvinculan totalmente de ella. Bien hecho. Lo fácil en estos casos, y aunque el PSOE tampoco habla en su nota del verdadero origen de la información (como le pasa al PP y a otras formaciones, les cuesta citar a medios de comunicación que consideran no afines exclusivamente porque no les ríen las gracias cuando no las tienen y que se dedican a contar lo que entienden que es noticia), habría sido matar al mensajero, tratar de quitarle hierro al asunto y minimizar daños, convencidos como estamos todos de que la noticia de hoy servirá sólo para envolver el pescado de mañana. Esta vieja máxima del periodismo hoy en día, con el bombardeo de información que hay sobre todo por culpa de las redes sociales, tiene todavía mayor vigencia.

El PSOE no ha querido enterrar la cabeza en la arena como hacen algunas avestruces políticas. Pero parece que no es suficiente. Nos consta que hay gente de todos los sectores dentro del partido a los que no les basta con el comunicado. Algunos, y no son pocos, creen que la Ejecutiva regional tiene que tomar cartas en el asunto, y que Dolores Corujo debe coger este toro por los cuernos, por mucho que le duela. ¿Qué piden? Que se expulse a Silvera del partido. ¿Es una medida exagerada? No estamos aquí para juzgarlo, porque eso sí es una cuestión de orden estrictamente interno dentro de un partido que tiene años suficientes de historia para saber lo que debe hacer. ¿Silvera está a tiempo de reaccionar y de retirar la demanda? Hasta que se celebre el juicio puede hacerlo.

Sabemos también que la secretaria general del PSOE debe estar reflexionando en las pocas horas muertas que debe tener a lo largo del día con tanta ocupación sobre la cantidad de errores que ha cometido en los últimos meses por culpa de algunos que tiene a su alrededor, que como el caso de Silvera están demostrando no sólo nula capacidad estratégica y de comunicación sino que están centrados exclusivamente en la búsqueda de intereses personales que nada tienen que ver ni con la marca ni con los valores que debe representar la actual dirección. Nos da la sensación de que algunos van a pasar bastante frío este invierno, entre ellos aquellos que una vez más tratan de llevar al PSOE a la época del más rancio sectarismo informativo que se ha visto practicar en Lanzarote, en el que se dividió a los medios de comunicación en buenos y malos. El resultado ya saben cuál fue.

BUENA REACCIÓN DEL PSOE CON EL CASO SILVERA
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