Algunos/as se la prometían muy felices con aquello de que pudiera pasar la fecha y el Consejo de Gobierno dejara sobre la mesa el expediente para la declaración de B.I.C. del famoso mercadillo de la Calle Real. No faltaban quienes ya estaban viendo auténticos rascacielos, allí, donde hoy, está la tal edificación señera. Pues bien, como consecuencia de la visita del máximo dignatario civil de Canarias -( recordar que Don Adán ha sido o mejor es el Presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias que más ha visitado Lanzarote)- en la tristemente famosa T-2 del aeropuerto coincidieron el Presidente que viajaba a Las Palmas a celebrar el Consejo de Gobierno y nuestro compañero Agustín Acosta quien sin pérdida de tiempo y en la propia e incómoda terminal solicitó, suplicó, con reiteración y hasta con machacona insistencia, del señor Martín que se tomara en consideración el expediente del mercadillo y que no se dejara pasar las fechas porque ello sería terrible para el Patrimonio Cultural de Arrecife. Hay que decir que Don Adán preguntó de inmediato, ante la insistencia de Acosta, a quienes acompañaban al jerarca-(José Torres y Mario Pérez)_ por la importancia de la edificación a proteger y éstos ratificaron las palabras de nuestro compañero. Parece ser que la Fundación César Manrique a través de distintas vías también había hecho llegar a las altas instancias del poder Autonómico su preocupación por la suerte del mercadillo e incluso nos dicen a última hora que también se interesó Coalición Canaria de Lanzarote de este tema. Como sea, pese a que no estaba en el orden del día, el señor Martín en un gesto de responsabilidad política lo llevo al Consejo como asunto de la Presidencia y se aprobó sin más y sin menos. Don Adán bien, muy bien, bien coño bien.
