viernes. 29.03.2024

Por Cándido Marquesán Millán

La derecha española ha sembrado siempre el mensaje de que la llegada de la izquierda al poder en la Historia de España no ha supuesto avance positivo alguno; muy al contrario, va ligada al desastre, la irresponsabilidad y a todo un conjunto de desgracias. La interpretación desde la derecha de la II República puede servir de ejemplo. Éste período no supuso nada positivo y como acabó además en una Guerra Civil, deberíamos estudiarlo para que nos sirviera de ejemplo de lo que nunca debería ocurrir. No quieren ver que este período fue el intento más serio y profundo para abordar la resolución de variados y enquistados problemas multiseculares, para modernizar España y equipararnos con la mayoría de los países europeos occidentales. Que se aprobara el Estatuto de Cataluña en 1932 para abordar el problema regional; que Azaña intentara un ejército profesional, subordinado al poder civil; que se pretendiera crear un estado laico, libre de dogmatismos religiosos, una sociedad laica, en la que los dos ámbitos, el civil y el religioso estuvieran separados y no enfrentados, en la que fuera posible alcanzar una ley del divorcio, matrimonio civil, secularización de los cementerios; que se aprobara una legislación social avanzada con la finalidad de que amplios sectores de la sociedad mejorasen, aunque fuera de una manera somera, su deplorable situación con subidas salariales, legislación contra el paro, jurados mixtos; que se abordase el “problema agrario”, debido a un injusto reparto de la propiedad que provocaba una situación trágica de muchos jornaleros agrícolas por medio de una Reforma Agraria; que se impulsara la cultura y la educación como nunca había ocurrido en nuestra historia con la construcción de más de 6.500 escuelas en tres años(frente a sólo 500 entre 1909 y 1931) y 5.000 Bibliotecas además de subir el sueldo a los maestros en un 50%; y que alcanzarán las mujeres españolas el derecho al voto. Todo eso no ocurrió, y hay que arrojarlo al cubo de la basura de la historia.

Hace ya unos años el Partido Popular junto con numerosos y poderosos medios de comunicación, pretendieron y, en buena parte, lo consiguieron, sin una reacción adecuada y contundente desde la izquierda, extender en la sociedad española la idea reduccionista de que durante los gobiernos socialistas lo únicos hechos ocurridos fueron el GAL y la corrupción. Y esto es lo que ha quedado. En consecuencia, una amplia mayoría de la españoles ya no es consciente que en esa época se consiguieron avances impresionantes e incuestionables, inimaginables poco tiempo antes. Entramos en la Unión Europea, con las consiguientes ayudas económicas, que han permitido un extraordinario salto económico en nuestro país. Además de otras conquistas sociales como: la asistencia sanitaria universal, la aprobación de las pensiones no contributivas, y la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los 16 años.

Hoy nos encontramos en una situación semejante. El P.P., junto con los mismos medios de comunicación, han estado y están especialmente interesados en extender en la sociedad española la sensación de que en estos tres años y medio de gobierno de Rodríguez Zapatero los únicos acontecimientos políticos ocurridos han sido la reforma del Estatut de Cataluña y el proceso de negociación con ETA. En cuanto al primero, no se ha hecho otra cosa que dar más transferencias autonómicas, por otra parte con un procedimiento escrupulosamente democrático. En cuanto al segundo, se ha negociado como lo hicieron todos los gobiernos de nuestra reciente democracia. Mas lo incuestionable es que esta interesada pretensión de los populares, se ha visto coronada en buena parte con el éxito. El Gobierno cayó en su día en la trampa, falto de reflejos y preocupado exclusivamente en contrarrestar los ataques furibundos y tronitonantes de la oposición, no ha sabido dar a conocer de manera adecuada y convincente otras muchas de sus realizaciones de carácter social muy encomiables y que van a tener, no cabe la menor duda, una gran trascendencia histórica. Tiempo al tiempo.

Con el Gobierno de Rodríguez Zapatero se han aprobado Leyes de profundo calado social. Los socialistas deberían mostrar el mismo empeño en defenderlas que el que muestran los populares en obviarlas. Tengo la impresión también de que no están siendo valoradas convenientemente por la sociedad española. Todas ellas tienen en común el conceder más derechos a más españoles, a los colectivos más desfavorecidos, como mujeres, homosexuales o dependientes, y sin quitar nada a nadie. Están impregnadas de valores de justicia social, de solidaridad, de igualdad y de ampliación de las libertades, en definitiva, los que siempre han caracterizado a la izquierda. Me estoy refiriendo a las siguientes: LEY ORGÁNICA 1/2004, de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; la LEY ORGÁNICA 3/2007, de 22 de marzo, de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres, la LEY 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, la LEY 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, la LEY 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio y la LEY 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.

Habrá algunos interesados en obviar lo evidente, mas también hay otros muchos que lo evidente lo tienen muy claro.

Avances sociales versus demagogia
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