sábado. 20.04.2024

J. Lavín Alonso

Cuando Neptuno entra en la casa de Asterion y la Luna está en oposición con las barretinas y las chapelas, que es lo suyo, los entendidos en Astrología, hábiles escudriñadores de los arcanos celestes - y no tan celestes - se estremecen de inquietud dentro de sus oscuras hopalandas, tachonadas de estrella y soles mercuriales, a la vez que tratan de ajustarse sus cónicos capirotes, decorados se similar guisa.

Recurren luego a los más variados esoterismos, plasmándolos en extraños signos cabalísticos, en un fútil intento, a las vez desesperado y ansioso, de invocar la protección de los diversos demiurgos que rigen el Firmamento. Pero el exorcismo resulta ineficaz. El futuro se presenta ominoso y nimbado de negros crespones.

Los hados están en contra y Moloch, que de símbolo del fuego purificador, se ha transformado en oscuridad al hacerse materia, se yergue en toda su tenebrosa majestad reclamando sacrificios cruentos al atemorizado y pusilánime espíritu de las crédulas criaturas terrenales que le rinden culto. Pero por mucho que los augures se inclinen afanosos sobre sus bolas de cristal y sus cartas astrales, no se materializa ningún signo esperanzador.

Son muchas las circunstancias que se oponen a un futuro esperanzador, y todas sumamente resistentes a los pobres conjuros de los arúspices de la nómina monclovita. Cierto es que muchos personajes históricos, de diverso pelaje y condición, han recurrido a los procedimientos adivinatorios, tal vez como paliativo de su propia, aunque nunca admitida, insignificancia ante el destino, o la poca enjundia de su caletre, mal que les pesase, pero rara vez, por no decir nunca, les funcionó tal argucia. Y lo de ahora no iba a ser una excepción. ¡Pues no faltaría más!

Porque, a ver como se hacen desaparecer por arte de birlibirloque cuestiones tan preocupantes y poco halagüeñas como la crisis hipotecaria, la crisis en política internacional, la subida del gas argelino - dizque por la cuestión del Sahara - la ruptura del alto el fuego terrorista, los embates del separatismo, la pérdida de poder adquisitivo de las economías medias-bajas o el aumento de los precios en artículos básicos, el descenso del turismo, la caída del consumo o el aumento del paro, y todo ello antes de marzo de 2008. Este aluvión ha cogido por supresa a nuestros conspicuos, la crisis hace acto de presencia y no saben qué hacer. Tal vez por eso empiezan a romper promesas hechas en marzo de 2004 y recurren a las ofertas demagógico-dinerarias... Ya saben, pan para hoy y hambre para mañana. Y es que, en política, los errores se pagan - y si anda la “pasta” involucrada, ni les cuento - Y si no, que se lo pregunten a González o a Aznar.

Decía Maquiavelo, dirigiéndose a un diplomático: “Magnifico embajador: estamos rodeados de locos y pocos hay que conozcan este mundo y que sepan que quien quiere acomodarse al gusto de los demás no llega a ninguna parte, porque no se hallan dos personas con el mismo parecer. Estas no saben que quien de día es considerado sabio, nunca será considerado un loco por la noche...”. Y tampoco a la viceversa, se me ocurre añadir. Pues eso, que tienen más moral que el Alcoyano.

Astrología poco propicia
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