Muchas han sido las denuncias recibidas por el alcalde de Arrecife,
Cándido Reguera, y el resto del grupo de gobierno sobre la proliferación
de perros en la capital y las consecuencias que para los vecinos de los
distintos barrios produce la falta de civismo de los propietarios de
estos animales, que dejan que estos animales de compañía depositen sus
excrementos en las vías públicas sin recoger posteriormente las heces. Por
eso el primer edil capitalino firmó ayer un bando advirtiendo a estos
propietarios de perros sobre los efectos de dejar estos excrementos en las
calles de Arrecife.
En dicho bando el alcalde indica que “los propietarios de animales que
permitan que depositen sus excrementos en vías públicas, jardines, paseos
y, en general, en cualquier lugar destinado al tránsito, podrán ser
sancionados con multa de entre 30 y 180 euros, si no retiran
voluntariamente los excrementos y se depositan en los lugares habilitados
para ello”.
Cándido Reguera, que suscribe este bando en base al artículo 83 de la
Ordenanza Municipal Reguladora de la tenencia y protección de animales y
animales potencialmente peligrosos del Ayuntamiento de Arrecife, agrega,
además, que el mismo obedece a las numerosas denuncias recibidas por el
actual grupo de gobierno por la falta de civismo de los propietarios de
estos animales.
“Un asunto, los perros y sus defecaciones” –dijo el alcalde-, “que ha sido
recurrente en los diferentes barrios visitados por el grupo de gobierno”.
En este sentido, explica que, además de colocar una señal en los solares
utilizados por los dueños de los canes, parques y plazas de ‘Prohibido
perros’, se extremará la vigilancia sobre el cumplimiento de la ordenanza
municipal.
Según el primer edil capitalino, este bando sobre perros “hará más
efectiva la prohibición”, que se complementará con la presencia de un
policía en la zona, que será el encargado de sancionar a los propietarios
de los perros en caso de incumplimiento. De este modo, el agente, que
estará de forma permanente en el barrio, se encargará de dar una mayor
seguridad a la zona y de que no se aparque en las aceras, otras de las
grandes preocupaciones expuestas por los vecinos de la capital.