jueves. 28.03.2024

Por J. Lavín Alonso

Muchos han sido los avatares históricos de Irlanda, durante casi mil años bajo la bota inglesa. En buena parte del siglo pasado tuvieron lugar muchas ambigüedades políticas hasta constituirse finalmente en 1949 en estado libre bajo la denominación de República de Irlanda, o Eire, en lengua autóctona. Pero dicha liberación del imperialismo británico no afectó a toda la isla. Una buena porción, de casi 25 mil kilómetros cuadrados, quedo bajo dominio inglés. Es lo que conocemos como Ulster, fuente continua de enfrentamientos, a veces sangrientos, entre patriotas irlandeses y unionistas ingleses, hasta los recientes acuerdos, que no parecen ser la solución definitiva, pues se trata de una cohabitación bastante traída por los pelos, pero que han significados un respiro para la paz, que veremos lo que dura.

Este largo y arduo proceso es al que se ha referido recientemente S.M. El Rey en términos laudatorios, si bien algo ambiguos y off the record. También se apresuró a añadir que no existía similitud entre el Ulster y el País vasco. En efecto, ni histórica, ni geográfica ni políticamente existe parangón alguno entre ambos entes geopolíticos, por más que a algunos les convenga hacer verlo así. Son asuntos dispares, distintos y distantes. Listillos y torticerillos que son ellos - y disculpen la aliteración

Estas afirmaciones reales podrían ser tomadas como una especie de apoyo al proceso emprendido por el gobierno con la banda terrorista. De hecho, ya lo están considerando de tal modo los corifeos de tal proceso, no obstante - as usual - de tal suerte que algún medio así lo ha publicado, pero descontextualizando la última observación, como quien no quiere la cosa, en un pueril intento de abducción mental colectiva, tan torpe como previsible

Hay que intentar la paz por todos los medios dignamente posibles, qué duda cabe. Pero también se podría intentar poner en juego todos los recursos legales de un estado de derecho para poner fuera de juego al pistolerismo político, que en medio siglo no ha traído más que barbarie y sangre.

En lo tocante a esa racaille - que diría el flamante presidente electo francés, todo es posible, pero dudo que dentro de los fundamente de derecho. Claro que también puede suceder que Venus entre en conjunción con la Farola del Mar, Saturno cruce la séptima casa de Asterion y todos nos instalemos en el Albergue de la Sexta Felicidad... o en el Séptimo Circulo que imaginó Dante. Total, muchas personas han creído y creen en la piedra filosofal y en cosas aun más peregrinas. Quien no se consuela es porque no quiere. Suerte a todos.

Ambigüedades reales
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