martes. 23.04.2024

Así al menos es como intuyen desde el sector inmobiliario que lo valoran los que se interesan por comprar una casa y terminan descartando esta posibilidad para seguir viviendo de alquiler.

El mercado inmobiliario está en crisis en Lanzarote y así lo confirman los trabajadores que viven de la compraventa de viviendas. Todos los negocios de este tipo están intentando superar el bache que se vive desde hace un año a esta parte, un periodo en el que se contabiliza una bajada en las ventas de hasta un 50 por ciento.

Con estos datos a final de mes es casi imposible mantener a flote un negocio que vive del volumen de venta de inmuebles, una actividad que se ha paralizado debido en gran medida a la subida de los tipos de interés y al estancamiento de los salarios.

Un ejemplo claro del desbordamiento de los precios lo encontramos en la capital lanzaroteña. Un piso de tres habitaciones en una zona céntrica de Arrecife puede llegar a costar 170.000 euros. Este precio aumenta si se busca en zonas "de moda" como San Francisco Javier, en donde una vivienda con las mismas características de la anterior y de nueva construcción cercanas a la Vía Medular pueden llegar al precio de 200.000 euros. Esta cantidad sólo varía si el inmueble se sitúa en barrios más alejados como Argana, una zona en la que se puede adquirir una casa de tres habitaciones por 150.000 euros.

Con este panorama llegan los potenciales compradores hasta las inmobiliarias, en donde se les intenta diseñar un plan de pago que se adapte a sus posibilidades. El resultado después de estudiar los años y los plazos que se quedan pagando es desechar la posibilidad de compra en la mayoría de los casos. Los jóvenes, que son los que más interés tienen en adquirir su primera vivienda se encuentran con que dedicarán una media de diez años y seis meses de su salario íntegro a la adquisición de su primera vivienda.

Así lo cerciora el informe del CES 2005-2006, del que se extrae que el esfuerzo que deben realizar los jóvenes canarios a la hora de adquirir su primera vivienda es del 58 por ciento de su renta individual, mientras que si deciden llevar a cabo la compra en pareja el esfuerzo se ve reducido al 35 por ciento de la renta familiar.

Está claro que la cultura de la vivienda en propiedad, en detrimento del alquiler de vivienda, ha tenido consecuencias para la economía de los isleños y, especialmente, para su capacidad de ahorro. En este deterioro de la capacidad adquisitiva de los lanzaroteños tiene mucho que ver el alto precio de la vivienda, que en Arrecife está determinada en gran medida por la política de crecimiento horizontal que siguen los constructores. Según los profesionales del sector inmobiliario en espacios en los que se podrían construir hasta tres viviendas se levantan dos. Así, se terminan vendiendo dos inmuebles caros en lugar de tres o cuatro más baratos.

La escasez de suelo y el poco aprovechamiento del existente es uno de los puntos que desde las inmobiliarias denuncian que han hecho que Lanzarote se haya convertido en una de las Islas con el precio de la vivienda más caro de Canarias.

A finales de 2005 Arrecife se situaba entre las cinco ciudades canarias con el precio medio de la vivienda más caro, y en 2006 se anunciaba que el precio medio de la vivienda nueva creció un 8,5% en Canarias.

Con este panorama a la vista, en el que el futuro se dibuja inmerso en una hipoteca que se llevará buena parte del sueldo durante casi toda la vida, la mentalidad de los compradores vuelve la vista hacia el alquiler como una opción más factible, ya que con los actuales precios ahoga menos la economía familiar.

Ante la pérdida de clientes, el sector ha reaccionado eliminando las entradas, bajando el montante a pagar para la reserva y la opción de compra e incluso desde las inmobiliarias se proponen ofertas como el regalo de las alarmas o la gestión gratuita de la financiación con el banco. Se ha probado casi de todo para atraer clientes, todo menos bajar los precios. Según las inmobiliarias, desde que sufren esta crisis los precios siguen en alza y a esto se suma la última subida de los tipos de interés a corto plazo para la eurozona en 25 puntos básicos, que coloca el precio del dinero en su nivel más alto desde agosto de 2001.

Alquilar es más rentable que comprar una casa
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