viernes. 19.04.2024

El pasado sábado 25, víctima de un maldito cáncer, falleció el Dr. Cesar Sánchez Cañizares. Amarga y triste fecha para su familia y los cientos de amigos que tuvimos el privilegio de gozar de su amistad. Nunca he conocido a una persona como este médico, magnífico anestesista y especializado en medicina de empresa, tan dotado para la comunicación humana. Recorrer una calle céntrica en su compañía y al mediodía era todo un espectáculo producto de su extraordinaria popularidad, de ahí que en la mayoría de las ocasiones llegase tarde a sus citas. Tras ser saludado, de inmediato contestaba con una frase agradable que impactaba a su interlocutor. Siempre me he preguntado a que se debía su éxito, concluyendo que el secreto radicaba en utilizar la palbra adecuada y con una naturalidad abrumadora.

A lo largo de su vida, siempre practicó una amabilidad fuera de lo común, algo que en opinión de muchos, más próximos a la vulgaridad, no está de moda. Cesar, total enemigo de la violencia y la descalificación en cualquiera de sus manifestaciones, siempre consideró que el ser amable fomentaba la empatía, abría puertas y acercaba posturas.

Desconozco hasta que punto valoramos con equidad lo que supone contar con un íntimo amigo en toda la extensión de la palabra, nada que ver con los múltiples conocidos con los que intercambiamos saludos, pero que en la mayoría de los casos jamás hemos compartido nada trascendente. El concepto de íntimo, lo que se encuentra más dentro y es verdaderamente auténtico, solo lo mantenemos con un escasísimo número de personas; algo que no admite tasa por carecer de precio…

Nuestro contacto, que en principio solo fue de carácter profesional, pronto pasó al personal, lo que nos permitió compartir magníficos ratos y vivir historias de todo tipo que no ha lugar narrar ahora. Si quiero citar dos facetas de su vida que quizá muchos no conozcan. La primera de ellas era su interes por la política. Amigo personal de Adolfo Suárez (UCD) colaboró con este partido como asesor pero renunciando a todo tipo de cargos, y en segundo lugar, su magnífica vena literaria que materializó con la publicación de dos novelas de corte autobiográfico y considerable éxito: DESDE MIS ADENTROS (2004) y EL AMOR SIEMPRE ES ETERNO…HASTA QUE SE ACABA (2013).

Profesionalmente siempre contó con gran reconocimiento por parte de sus colegas de la medicina y ya no digamos sobre el aprecio de sus enfermos a los que ayudó siempre prodigándose con una paciencia y dignidad extraordinarias, nada que ver con los tiempos actuales de permanente confrontación hasta la nausea en los que la mala baba se multiplica como las setas, y así nos va.

Sabíamos que no tardarias mucho en abandonarnos y personalmente siempre me negaba a preguntarte por tu estado de salud. Para mi tu existencia y conocerte fue un lujo. Estoy esperando que el Papa Francisco nos aclare si eso de la “reencarnación” va en serio, porque de ser cierto te buscaré y encontraré en el cielo para seguir con nuestras discusiones. Hasta entonces todo quedará entre nosotros. ¡¡Bendito seas amigo!!

Adiós a un íntimo amigo
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