jueves. 28.03.2024

El Partido Socialista ha dado ya los primeros pasos en su objetivo de derogar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), también conocida como Ley Wert, una nueva ordenación que impone ideología, clasismo y discriminación en las aulas y que condiciona el título académico a un examen, priorizando contenidos sobre competencia.

La eliminación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la puntuación de la Religión como cualquier otra materia o la pérdida de peso de estudios de Filosofía y Humanidades son algunas de las cuestiones más criticadas por progenitores y docentes.

Además, desde un amplio sector del profesorado se destaca el carácter profundamente antidemocrático, de la Ley Wert, tanto en su proceso de elaboración, al margen de la comunidad educativa, los grupos sociales y políticos y Comunidades Autónomas como en la organización de los centros docentes, en los que una dirección nombrada a dedo por la Administración pasa a tener poderes absolutos en su gestión.

Por estos motivos, hemos liderado en el Congreso la suspensión del calendario de implantación y la paralización de las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, previstas para este curso 2016-2017, a través de un Decreto Ley. Y después, exigiremos un gran Pacto de Estado, que ponga de acuerdo a todos los actores que intervienen en la Educación pública.

Los socialistas arrancamos así con la agenda de medidas de control y fiscalización al Partido Popular que comprometimos junto a la abstención en la segunda vuelta de la investidura de Rajoy. Pues solo permitiendo que hubiera Gobierno podíamos atajar y enmendar las malas decisiones heredadas de su mayoría absoluta durante la pasada Legislatura.

Adiós a la Ley Wert
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