jueves. 25.04.2024

1.- A ver si alguien le cuenta a Sánchez lo de Chaves y Griñán, porque en los mítines gallegos y vascos sólo nombra a seña Rita Barberá. A ver si alguien le dice que además de la Verbena de la Paloma (“adiós, seña Rita; adiós, Julián”) existe La del Soto del Parral, La del manojo de rosas y un montón más. A ver si algún alma caritativa le dice que se vaya ya, antes de que lo echen a patadas sus propios compañeros porque en Galicia, dicen las encuestas, supera En Marea al PSOE y dejan los electores al PP con una mayoría absoluta muy cómoda para Feijóo. Y en el País Vasco gana también la derecha del PNV, con Urkullu a la cabeza del cartel, aunque necesite del PP –no creo que se arrime al PSOE, porque el PSOE ya no pinta nada en el Estado– para gobernar. A ver si alguien le dice al pobre Sánchez que le han aconsejado muy mal sus adláteres, esos jabalíes que se sientan junto a él en el Congreso y que no hacen sino equivocarlo, porque es el torpe de la clase. A ver si alguien le cuenta al torpe de la clase que es preciso que deje ya de boicotear la formación de un Gobierno por parte de quien ganó las elecciones porque va a pasar –el propio torpe— a la historia de España como el socialista más breve y más nefasto de todos los dirigentes que han existido en ese partido. Creo que esto último es ahora mismo inevitable.

2.- Escuchar la voz de Sánchez metiéndose con Rajoy, con el que está obsesionado, a mí me parece patético; de verdad. Lo tiene metido en el cerebro, no le da tregua, mientras el propio Rajoy, mucho más listo que él, y otros le cavan la fosa; y sus propios compañeros también, puestos definitivamente de acuerdo para darle la patada a este tío tan equivocado y tan cabezota, tan empecinado y tan irracional. Que cree que la corrupción gana o pierde elecciones en este país; más bien las pierde, porque si hablamos de corrupción, el ránking de los premios está presidido por Griñán y por Chaves, que llevan (o han permitido a otros) 741 millones de euros repartidos entre sus amigos; ya digo, o al menos permitiendo que fueran repartidos por terceros, todos sociatas. Y Griñán y Chaves son ilustres socialistas. Sánchez no ha dicho todavía ni mu de esto, pero critica a Rajoy por decir que Rita Barberá, seña Rita, ya no pertenece al PP y que por ahí se las den todas. De la chorizada andaluza, Sánchez no dice ni mu. Es tan torpe que lo ignora. Y quien calla, ya se sabe.

3.- Las encuestas vuelven otra vez a poner las cosas en su sitio; si aciertan, claro. Mayoría absoluta para el PP en Galicia; triunfo sin mayoría del PNV en Galicia, pero triunfo rotundo también. A la vista de ello, parece que España sólo quiere a la izquierda que no sea el PSOE, convertido en el partido del “no”, que no aporta ni una sola solución a los problemas de España. Así que Sánchez, vete diciendo adiós con el corazón porque con el alma ya no puedes.

Adiós, Sánchez
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