Aquí el que no corre vuela. Qué expresión más atinada para referirse a la inteligencia que tienen algunos iluminados, que saben hacerse siempre con aquello que no es suyo y escapar de todas. Sin embargo, nos cuentan que lo que ha ocurrido en Marbella ha puesto a unos cuantos con un “nudo” en la garganta difícil de digerir. Es algo así como una especie de congoja que les impide dirigir los pasos con más o menos atinado estilo. Hay otros que están tratando de relacionar lo de Marbella con lo del Plan General de Arrecife. Son los mismos que están hablando de los muchos errores que tiene la Adaptación Básica y las sucesivas revisiones del documento, pero no desde un punto de vista político, no desde un punto de vista objetivo, sino desde un punto de vista absolutamente interesado, que es el que tienen aquellos que se juegan algo en el empeño. Es tanto lo que se juegan algunos en el envite que se están empezando a descubrir determinadas cartas. De hecho, aquí, en esta santa casa, se recuerda perfectamente una reunión que se produjo hace años a la que acudió un grupo de empresarios (al menos cinco) que pretendía combatir lo que por entonces parecía que iba a ser un duro ataque frontal contra el pequeño y mediano empresario local. Nos referimos al famoso asunto del centro comercial de Valterra. Pues bien, aunque nos consta que muchos de esos empresarios siguen pensando exactamente igual, siguen manteniendo su lucha contra la invasión de grandes superficies, otros, casualmente, han cambiado de opinión. Ahora, traicionando a sus antiguos amigos, están buscando otras alianzas. Y a todas estas, nosotros nos preguntamos qué pensará Don Pepa, seguirá teniendo la conciencia tranquila.
