Por Jacobo Medina
Los últimos datos en educación nos dan a Canarias un nefasto suspenso, un nefasto puesto en excelencia educativa, el estudio ha sido realizado por el Área de Estudios Profesionales por la Ética en base a datos oficiales procedentes del Ministerio de Educación, el INE, la OCDE y Eurostat.
Una vez leemos este tipo de noticia, lo primero que pensamos y decimos “Es que el Gobierno de Canarias no sabe hacer las cosas”. Hay que tener en cuenta que Canarias es una de las Comunidades autónomas que más invierte en Educación, pero no por ello tiene que ser la primera en las estadísticas de excelencia educativa. Si extrapolamos a España en su conjunto a competir con otros países desarrollados nos daremos cuenta que España está también a la cola.
Es preciso tener en cuenta que en Canarias son muchos los factores que hacen que la educación esté a la cola y una de ellas es la unidad familiar. Muchas de las veces los padres no se preocupan de que su hijo haga las tareas diarias, ni se molestan en quedarse 5 minutos a leer con su hijo antes de irse a dormir. Con esto no quiero decir que sea ese el problema, pero si es un factor importante a la hora de que sus hijos se preocupen por la cultura, por la educación…Otro de los factores a tener en cuenta es que Canarias es una región donde han comenzado a vivir infinidad de inmigrantes y se han ido integrando en los colegios, sin tener estos un nivel eficiente para el curso que le han asignado.
Hemos llegado a un punto donde los jóvenes no se preocupan por aprender sino por aprobar para no tener que estudiar, es decir, premiar a nuestros hijos si aprueban con no tener que estudiar en verano, es un error porque lo que hacemos con éste premio es retrasar su educación y lo único que conseguiremos es que nuestros hijos estudien simplemente por conseguir un aprobado.
Hay que cambiar el chip de nuestra juventud y conseguir que se preocupen por la cultura y por saber cada día más y algo nuevo. Es difícil conseguir adaptar la nueva juventud a convivir cada día con la cultura, pero no es imposible si utilizamos lo métodos necesarios. Lo que no puede seguir ocurriendo es que los jóvenes vayan obligados a clase, sean obligados a estudiar, sean obligados a hacer las tareas, la obligatoriedad muchas veces queda amparada por la falta de saber educar y de saber transmitir una buena educación, mezclada ésta con un método dinámico-educativo. Esto puede ser un tipo de metodología en los cursos que hará que el estudiante se muestre receptivo a conocer más y llegar a casa y hablar con la familia sobre lo que ha aprendido hoy (la comunicación familiar es vital). Si hay que cambiar la metodología y dar clases en las aulas desde una perspectiva teórica-práctica pues hagámoslo, no hay que olvidar que el profesor es la piedra angular de la educación de todo estudiante. Debemos conseguir un sistema educativo a la finlandesa, así que señores gobernantes consulten los sistemas educativos de otros países y aumentemos en los rankings nacionales e internacionales en materia educativa.
Es fácil echar las culpas a los Gobernantes pero debemos echar un vistazo a como educamos a nuestros hijos, como educa el vecino a su hijo y como educa una familia involucrada con su hijo y preocupada ésta para que su hijo no se vaya a la cama sin saber algo nuevo.
Sin embargo si nos metemos en la política universitaria, les puedo decir que otro gallo cantará, pero simplemente por la sencilla razón de que en Canarias no todos tienen la mismas oportunidades de estudiar una carrera universitaria y en éste ámbito queda mucho por lo que trabajar, pero paliar las consecuencias negativas que tienen los universitarios de las islas no capitalinas es un ámbito en el que los Gobiernos no han sabido subsanar, pero este tema que me pica a diario tendrá un espacio en mi Palique Sincero más adelante.
