jueves. 18.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- No me puedo acordar si conocí a Paco Afonso en el colegio de las monjas de La Pureza, pero lo cierto es que desde que ingresó a cuarto de bachillerato fue compañero mío de clase, y a veces de pupitre, en el Colegio San Agustín del Puerto de la Cruz, de recuerdo inolvidable para todos nosotros. Creo que fue el día 11 de septiembre de 1984, un año terrible para Canarias, cuando a Paco, siendo gobernador civil, lo mató el fuego de La Gomera. ¿Qué hubiera sido de él ahora, a los 61, cuando la muerte se lo llevó a los 36? Van a conmemorar estos 25 años de tristeza con una exposición que exalte su figura. Paco tenía algo especial en el trato con los demás. Era afable, inteligente, rápido. Su socialismo no era de este mundo. Era tolerante, comprensivo y agradable. Se lo dije en vida y se lo recuerdo, ya muerto. Las fotos que nos hicimos juntos de niños las aportaré a la exposición, pero lo más importante para mí son los recuerdos. Cuando el golpe de estado de Tejero almorzábamos juntos en La Riviera. Subió el policía municipal que le hacía de chófer: "Don Francisco, que los guardias civiles han entrado en el Congreso". Le dije que, si quería, se fuera a casa de mis padres, por si las moscas. Pero no, se marchó a estar con los suyos. Los suyos éramos todo el Puerto de la Cruz.

2.- Cuando lo de La Gomera, estábamos Francisco Hernández , el Pichote, y yo en Icod o por ahí. Nos localizaron en el bar en el que tomábamos algo: "Ha muerto Paco Afonso". Francisco y yo cogimos el coche, pero no sabíamos a dónde ir. Estábamos llenos de dolor y de rabia porque todos los portuenses tenemos algo especial que nos ata, que nos une en las desgracias; quizá el tiempo, el espacio, el aire. Recuerdo que cierta vez corríamos el Pichote y yo el Rallye Isla de Tenerife; íbamos fatal. Y cuando llegamos a la etapa que tocaba en el Puerto recuperamos todo el tiempo perdido. "¿Por qué será siempre así?", nos preguntamos entonces. Yo me lo vuelvo a preguntar ahora. Lo cierto es que Paco Afonso falleció en un instante, abrasado por un fuego infinito que no dejó nada a su paso. Y eso nos llenó de dolor, de mucho dolor.

3.- Ha pasado un cuarto de siglo. 25 años sin el amigo, sin el socialista cabal, sin el político honesto, enamorado del pueblo. Tuvo en el Ayuntamiento un colaborador excepcional, Salvador García, gran amigo mío y gran compañero. Otro socialista cabal, al que no le dejaron tener suerte en política. Siguió la senda de Paco: alcalde, delegado del Gobierno. Con un recuerdo también para Félix Real, que recogió su antorcha y que hoy evocará con tristeza aquel mes de septiembre del 84. Yo no tengo palabras para los 25 años pasados. Sólo de fidelidad a la amistad de Paco, el Cascarillas (todo el mundo en el Puerto tiene nombrete). 25 años sin él acumulan mucha tristeza, muchos recuerdos. Y, desde luego, muy oportuna esta exposición-homenaje, tan cerca del que fuera su despacho portuense.

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25 años de Paco Afonso
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