miércoles. 24.04.2024

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 22 años y 6 meses de prisión al joven Yeray Domínguez Santana, de 26 años de edad, por dos delitos de asesinato, uno de ellos en grado de tentativa. Según los hechos probados, el 14 de marzo de 2007 el joven bajó de su casa, en la localidad grancanaria de Vecindario, armado con su escopeta de caza y disparó por la espalda y sin avisar contra un grupo de jóvenes que se encontraba en la calle porque estos estaban haciendo ruido y perturbaban su descanso. Fruto de los disparos falleció uno de los chicos y otro resultó gravemente herido.

La Audiencia Provincial no ha observado ninguna circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal, pese a que existen informes médicos y psiquiátricos no coincidentes. Así, mientras los forenses no detectaron ninguna patología mental en el condenado, el psiquiatra de la prisión de Salto del Negro, donde ingresó con carácter preventivo, sí detectó síntomas psicóticos y llegó a diagnosticar una esquizofrenia paranoide. Esta conclusión se ve avalada por un informe encargado por los familiares del acusado, en el que se recoge que Yeray estaba obsesionado por el ruido excesivo de música y voces que un grupo de personas producía cerca de su domicilio.

Sin embargo, el tribunal ha considerado que el acusado no actuó con sus facultades mermadas por ningún tipo de trastorno, ni siquiera por el consumo de estupefacientes, pues los análisis realizados el mismo día del asesinato no encontraron trazas de sustancias en cantidades suficientes como para justificar esta eximente.

La sala ha impuesto por estos hechos las condenas de quince años por el asesinato y siete años y seis meses por el asesinato en grado de tentativa. Sin embargo, no ha accedido a imponer a Yeray Domínguez la pena de privación del derecho de residir en Vecindario durante diez años tras su salida de prisión, solicitada por la acusación particular. A juicio de la Sección Segunda, “el acusado no tenía malas relaciones con las víctimas ni con sus familiares, por lo que el Tribunal considera desproporcionada la imposición de dicha pena”.

Finalmente, la Sala ha desestimado las pretensiones de la acusación particular de que se declare responsable civil directo a la entidad de seguros Mutuasport y responsable civil subsidiario al Estado por la tenencia de una escopeta de caza por parte del acusado. La única condena por el concepto de responsabilidad civil recae sobre el propio Yeray Domínguez, quien deberá indemnizar a los padres del joven fallecido con 150.000 euros y al joven que resultó herido con 394.000 euros por el tiempo que tardó en curarse de sus heridas y por las secuelas que le han quedado.

22 años de cárcel para Yeray Dominguez
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