viernes. 19.04.2024

“Como todos los años tenemos el problema de la lista de espera porque seguimos siendo los mismos profesores de hace 7 u 8 años y esto es como un embudo, si salen alumnos pueden entrar otros pero si no, no hay manera de que puedan estudiar aquí”

El pasado 17 de septiembre se iniciaban las clases para los cerca de 500 alumnos que han tenido la suerte de acceder a una de las plazas del conservatorio y la escuela de música de Lanzarote. Otros 200 se han tenido que quedar en lista de espera ya que los recursos humanos de estos centros no están preparados para absorber más jóvenes que quieren hacer de la música su vida profesional.

El balance del pasado curso fue tan bueno, en opinión de su directora, Natalia Paz, que es normal que este tipo de enseñanza que se rige por un régimen especial tenga cada vez más adeptos, algo que parece que desde el Cabildo no se valora tanto como a los docentes que imparten las clases les gustaría.

Según Natalia Paz, cerca de 60 alumnos salidos del conservatorio conejero han conseguido plazas para ampliar sus conocimientos en otros centros fuera de la Isla y hoy por hoy están repartidos por prestigiosas instituciones gracias al amplio porcentaje de aprobados. “Lanzarote tiene estudiantes que han salido de nuestro centro no sólo en Canarias o la península, también los hay en Viena o Estados Unidos, lo que demuestra que salen muy preparados y aptos para entrar en los conservatorios de cualquier parte del mundo”, explica Paz.

Aunque algunos de los nuevos alumnos todavía están un poco despistados en lo que se refiere a horarios y turnos, la directora del conservatorio asegura que ya está todo en marcha para el nuevo curso académico. Asevera que el nivel de matriculación ha sido muy alto y que “como todos los años tenemos el problema de la lista de espera porque seguimos siendo los mismos profesores y hace 7 u 8 años que no se incrementa y esto es como un embudo, si salen alumnos pueden entrar otros pero si no, no hay manera de que puedan estudiar aquí”.

Paz explica que la cifra de estos 200 estudiantes en lista de espera es algo ya habitual en cada comienzo del curso. Esta lista es anual, es decir, no se mantiene de un año para otro y tiene vigencia hasta el 22 de diciembre. Es más, comenta la directora del centro que otros años incluso ha habido más jóvenes que no han podido acceder a esta enseñanza y se ha llegado a la cifra de 300 personas fuera del centro.

Natalia Paz asegura que en el Cabildo son conocedores de esta situación y comenta que “por nuestra parte estamos intentando que se solucione este tema pero si no se atienden las reivindicaciones del personal, va a ser complicado que se arregle”.

Reivindicaciones

La directora del conservatorio quiere dejar claro que la principal demanda de los trabajadores es el reconocimiento a su cualificación y su titulación y la adaptación del sueldo a esta categoría. Dice que “a nosotros se nos exige una titulación especializada para tener el centro abierto, requisito que cumplimos todos los profesores, pero la parte económica que recibimos no es la que corresponde a esta titulación”.

Paz dice que la respuesta por parte del Cabildo es “la misma de siempre, que no hay dinero, pero estamos en ello”.

En cuanto a los constantes problemas que suelen generar los centros educativos de la Isla que forman parte de un tipo de enseñanza de régimen especial, Natalia Paz cree que “como es una enseñanza diferente es difícil convencer a los políticos de que esto también forma parte de la educación y que nosotros somos docentes”.

3 profesores más

El conservatorio de Lanzarote cuenta en la actualidad con 22 docentes impartiendo clase. Según la directora, si este número se ampliara a 25 se podría evitar que 200 estudiantes se quedaran en esta lista de espera. Aún así, comenta que con los profesores que hay ahora sí se puede ofrecer la atención adecuada a los alumnos matriculados. Esta situación todavía no ha derivado en la marcha de maestros del centro pero, como explica Paz, “todos queremos mejorar en nuestro puesto y si esto no se soluciona, mucha gente puede pensar en irse y ahora mismo sí hay mercado laboral para los profesionales del sector”.

Dice Natalia Paz que “los alumnos que se han quedado fuera se muestran comprensivos porque ya están acostumbrados a la situación y saben que hay un cupo y que cuando se completa, los demás tienen que esperar”.

Para acceder al conservatorio, los aspirantes tienen que realizar una prueba de aptitudes y conocimientos y para entrar en la escuela se lleva a cabo un sorteo público que da a todo el mundo las mismas posibilidades de acceso.

El problema estriba en que la formación musical puede llevar hasta 14 o 15 años y no suelen quedarse plazas libres con asiduidad.

De lo que no se queja la directora del centro es de las dotaciones materiales de que disponen, aunque como reconoce “los problemas de insonorización y acústica siempre los hemos tenido y vamos a tener porque estas instalaciones eran para una residencia escolar y no estaban pensadas para un conservatorio pero intentamos solucionarlo como podemos y nos adaptamos los unos a los otros”. En cuanto a la dotación de instrumentos, asegura que de momento no pueden quejarse en este sentido.

Sobre el apoyo de los padres de alumnos, Paz dice que “están con nosotros y no entienden que no se reconozcan nuestras reivindicaciones”. Por último, comenta que “la esperanza es lo último que se pierde y espero que esto se pueda solucionar en un plazo corto de tiempo”.

200 alumnos se quedan en lista de espera para entrar en el conservatorio
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